Se trata de una disciplina que se basa en una concepción integral del usuario, que se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el cuerpo, el movimiento y de su importancia para el desarrollo de la persona, su capacidad para expresarse y para desenvolverse en los diferentes entornos. Así conseguiremos el mantenimiento del estado físico general, entre los que destacan la coordinación, la fuerza, los arcos de movilidad, el equilibrio y la marcha, la lateralidad, la orientación espacial, el esquema corporal y la motricidad fina, entre otras. Y, sobre todo, buscamos preservar la autonomía, estimular las funciones cognitivas y ayudar a mejorar la calidad de vida de los usuarios.